martes, 9 de octubre de 2007

Fuente esperanza...

Este fin de semana largo, estuvimos paseando por el Parque de la Reserva (Lima), si bien me habían comentado maravillas respecto a las fuentes de agua recientemente inauguradas, preferimos aguardar unas cuantas semanas debido a la cantidad de personas que visitan diariamente el parque en cuestión.

Dicho esto, Angels y Yo decidimos realizar la expedición como corresponde, finalmente le tenemos mucho cariño a las zonas antiguas de Lima, a sus calles, bares, museos, cementerios y desde luego parques. Llegamos como a las 9:30pm estacionamos en una calle aledaña lo suficientemente segura como para dejar el auto, con la tranquilidad que al finalizar lo encontraríamos en las mismas condiciones.

Cuatros Soles la entrada, un precio muy simbólico para todo lo que observaríamos aquella noche, la entrada del parque estaba limpia, con buena señaleptica, quizás le haga falta un poco mas de luz, dentro de la penumbra las áreas verdes se veían en un excelente estado.

Así empezamos la peregrinación por cada unas de las fuentes de agua, cada una mas bella que la otra, observando, pensando y mimetizándonos con la desbordante alegría de las personas que en gran número, ocasionalmente paseaban por el parque junto a nosotros.

La sensación de placidez que provoca el sonido del agua en cada fuente, así como, los colores que van adoptando, nos permiten vivir cierto estado de calma, un relax y hasta quizás una sorprendente abstracción que solo se ve cortada en algunos momentos por la alegría colectiva y carcajadas armónicas.

Familias, parejas, niños, ancianos, pobres, ricos, blancos, andinos, negros, orientales, todos... sin lugar a dudas, éstas fuentes de agua sincronizada son la mejor obra realizada en Lima durante las últimas décadas, el valor de vivir un momento alegre y agradable, no tiene precio comparado a una realidad que siempre muerde. Tengo la impresión y recogiendo un poco el sentir y comentarios de las personas que visitaron el parque, que por primera vez las autoridades se preocupan por el estado de animo de la gente, y eso, en una ciudad como Lima, es muy importante.

Y así dieron las 11:00pm, el parque cerraba, la noche era bastante fría, el invierno aun no se quiere ir de Lima, pero a pesar de todo la gente estaba mojada, empapada diría yo, mas de uno con peligro de algún mal aire, pero felices, lo curioso de la noche es que a pesar del frío, observé en la vereda huellas de pies, sí, de dos pies desnudos que desafiaron la naturaleza y tal vez su propia salud.

Para variar en ésta expedición no se tomaron fotos del paisaje, pero si puedo adjuntar algunas que encontré en la web, y recomendar el siguiente link con fotos:
Finalmente pienso que éstas fuentes, no son agua que se escapa de nuestros dedos cuando queremos retenerla, son mas bien momentos felices que deben ser recordados siempre.




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