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| Ruta Moche |
Hace unos días tuve la oportunidad de recorrer en familia la ruta
moche, específicamente los centros arqueológicos ubicados cerca de la ciudad de
Trujillo. Tener contacto con nuestra
historia es una oportunidad que no debemos dejar pasar, más aun considerando
los cambios permanentes que se presentan a raíz de las nuevas excavaciones y
descubrimientos.
El recorrido empezó en el Complejo Huaca de la Luna, con una
excelente puesta en valor, el joven guía explicaba con mucha pasión las
características de la cultura moche, los hallazgos encontrados, y el trabajo de
conservación realizado, todo ello gracias al patrocinio de la empresa privada,
en este caso la Corporación Backus.
Al día siguiente, luego de una hora y 30 minutos llegamos al
complejo arqueológico el Brujo, en el Museo de Cao observamos a la Dama de Cao,
la primera gobernanta mujer descubierta en nuestro país, ahí estaba con su
metro cincuenta de estatura, con mas de 1,600 años de antigüedad, sus tatuajes
de serpiente, y toda esa fascinación e interés que despierta una prueba
fehaciente de nuestra cultura. Como en
el caso anterior encontramos buena seguridad, modernidad en el museo
(excelentes videos en 3D), infraestructura muy bien cuidada, y el trato amable
de jóvenes guías, quienes explicaron que la puesta en valor del Museo de Cao se
debe al patrocinio de la Fundación Wiese.
Finalmente, decidimos
visitar el Complejo de Chan Chan, con la
mayor disposición de encontrar novedades, encontramos al llegar un lugar
descuidado, con personas que a vista y paciencia de la policía nacional,
paraban los vehículos para brindar sus servicios de guía(sin autorización), la
policía de turismo echándose una siesta debajo de un árbol, guías(de edad
avanzada) solicitando treinta soles a las personas para realizar el recorrido,
personal a cargo del cuidado de chan chan vendiendo de forma clandestina
folletos, una personaje vestido de gobernante Chimú correteando a los turistas
para que se tomen una foto y cobrarles,
personal de seguridad vendiendo piedras talladas, los visitantes
recorriendo el complejo sin ningún tipo de orden. Pregunté quien estaba a cargo del complejo,
la respuesta era la que esperaba, el Ministerio de Educación y el Instituto
Nacional de Cultura.
En conclusión mientras las instituciones públicas presentan un
desastre de administración, la empresa privada a través de una nueva generación
de jóvenes guías, hace los esfuerzos para que nuestra historia no se pierda en
la negligencia de una burocracia que debería irse a su casa.
20 de febrero de 2012
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