miércoles, 25 de enero de 2012

Más patriotas, menos políticos


Esta semana escuchaba con atención una entrevista en TV a dos jóvenes militantes del Movadef. Me vi sentado en un escenario surrealista, denso, demasiado oscuro, y confieso que me causó verdadero temor. Escuchar la versión en “paporreta” de dos compatriotas jóvenes acerca del significado de lo que llaman “maoísmo-leninismo-pensamiento Gonzalo” confirma que Sendero Luminoso se ha inoculado nuevamente en nuestra sociedad.

¿Acaso estamos condenados a repetir la historia? ¿Por qué no aprovechamos este momento de crecimiento y buenas perspectivas? ¿Cómo han logrado sembrar esa mala semilla en las cabezas de esos chicos? La realidad es que el terrorismo logró reciclarse, mutar, bajo el silencio cómplice y el letargo de nuestra clase política. Escucharemos mil excusas.

La Comisión de la Verdad y Reconciliación se halla en el centro del debate. La derecha será dura y le echará la culpa por el sesgo de su enfoque, por el empleo de términos como “guerra interna” o “conflicto armado” para referirse a lo que todos conocemos como terrorismo.

La izquierda no será menos dura. El argumento será que la CVR fue boicoteada y debido a ello los más jóvenes no tuvieron oportunidad de conocer las atrocidades del terrorismo. Le atribuirá la responsabilidad a los gobiernos de Humala, de García, de Toledo y, más que a ninguno, al fujimorismo.

Pero es hora de que la clase política esté a la altura de la historia, del pueblo peruano. Es hora de que izquierda y derecha asuman su coexistencia, se reconozcan, se acepten y cierren el paso a todo tipo de terrorismo, a toda forma de organización que intente generar zozobra en nuestra Patria. Es hora de ser más patriotas y menos políticos.

Diario Expreso, 25 de enero de 2012

Un nuevo orden entre la izquierda y la derecha


El presidente, Ollanta Humala, llegó oliendo a izquierda, con un partido de izquierda y militantes de izquierda. Pero su gobierno empezó a “caminar derecho” (como sugirió indirectamente la Primera Dama) y esto le permitió ganar puntos en las encuestas y obtener una aprobación que ha redistribuido el electorado que inicialmente le apoyó en las elecciones. El gobierno empieza a tener objetivos claros, que cumple con una dosis de pragmatismo que nadie hubiera imaginado.

El escenario político se muestra cada vez más interesante, existe mayor discusión y conciencia en la ciudadanía respecto de temas políticos que en años anteriores hubieran pasado inadvertidos. En este contexto, surge una dura discusión en las redes sociales entre partidarios de la izquierda y la derecha que cada vez resulta más entretenida, al margen de los epítetos excesivos en ambos bandos. Seguir estos debates permite reflexionar acerca de las opciones políticas (que hoy por hoy rechazan ya de plano de este escenario al Movadef y su líder terrorista).

¿Pueden coexistir la izquierda y la derecha? ¿Puede sostener una conversación política cordial un fujimorista con un izquierdista progresista? Desde luego, es perfectamente factible a condición de que los paradigmas ideológicos queden de lado y sean, con el tiempo, olvidados.

Este es el reto para ambas corrientes en las nuevas generaciones. El odio visceral de antiguos antagonistas políticos (y periodistas) de una izquierda o derecha jurásica solo será apaciguado por un nuevo orden de tolerancia y respeto mutuos.

Sin dejar de lado el debate político, por supuesto, quizás podamos hallar nuevamente el punto de partida desde donde recomponer la democracia. Es una necesidad para la supervivencia de la democracia en el Perú.

Publicado en: Diario Expreso 20 de enero de 2012