sábado, 2 de febrero de 2013

EL PATAN DEL BARRIO


Eran la 1:40am de hoy sábado, había decidido descansar, el ritmo de trabajo te empieza a pasar la factura, la rutina cansa mental y físicamente. Ya entre sueños me despertó una serie de gritos en la calle, a pesar de vivir en el piso número 13 de un edificio, el sonido es muy cercano. Somnoliento aun, decidí acercarme a la ventana para conocer que hecho había suscitado terminar con mi agradable sueño.

Era un escándalo callejero, unos borrachos irresponsables hacían de las suyas perturbando la tranquilidad de la cuadra, cargando de violencia a todos, ya se encontraba un patrullero de la Policía haciendo lo posible por imponer orden. Los edificios colindantes se iban iluminando al encenderse poco a poco las luces de los departamentos.

Uno de los tipos ebrios se subía a su camioneta y arrancaba a toda velocidad sin hacer caso al pedido de los policías, destino incierto y evidentemente un peligro para las personas que se cruzaran en su camino, que manera de alterar la tranquilidad y poner en riesgo el destino de alguien, era un inconsciente que debería ser detenido.

Mientras se daba a la fuga, el espectáculo en la cuadra continuaba, el segundo tipo ebrio, tal vez con algún estupefaciente encima, retaba a los policías a pelear con el, era evidente que esta joven persona era un deportista de peleas de contacto, empezó a agredir a lo policías con golpes muy fuertes, el padre del joven apareció en escena, trato de controlarlo pero no tuvo éxito.  Los policías visiblemente desconcertados, observaban al energúmeno saltando encima del patrullero, vociferando que nadie podría controlarlo, golpeó a su padre, derrumbó de otro golpe a un policía, y ya empezaba a pelearse a gritos con los indignados vecinos que desde sus ventanas se contagiaban de violencia, los balcones de los edificios estaban llenos, como palcos del estadio nacional, las luces azules y rojas parpadeantes se reflejaban en todas las ventanas, llegaron al lugar 04 camionetas de serenazgo, otro patrullero de la policía, 04 motociclistas y  02 serenos en bicicleta, todos a la vez en conjunto consiguieron derribar al matón, esposarlo.

El patán ya reducido, no tuvo mejor idea de gritar que lo estaban golpeando, no me hubiera sorprendido que pidiera respeto a sus derechos humanos, tal vez acuse a los pobres policías golpeados. Fue llevado a la comisaría en uno de los patrulleros, espero que tenga una drástica sanción.

La escena me dejó mucha molestia, tenia la imperiosa necesidad de conocer si recibiría una sanción ejemplar, la violencia engendra violencia, es un proceso que no percibimos, pero nos vuelve propensos a continuar violentando algo. Así lo percibí esta madrugada. Luego de más de una hora sin concebir sueño decidí prender el televisor, al hacer zapping encontré en un canal de series antiguas (TCM) que había comenzado la película “Operación Dragón” de Bruce Lee.

La película me recordó mi niñez, los gritos y los saltos me hicieron sonreír, y fue así como la violencia me derrumbó hasta hacerme dormir, pero esta vez pensando que era Bruce Lee, y que no permitiría que el patán del barrio altere mi natural tranquilidad.

A veces quisiera ser Cuy Lee

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