martes, 29 de abril de 2014

FE - How I met Juan Pablo II

Este es un post muy personal que hago público debido a una necesidad en dejar clara mi opinión, soy católico, no practicante, me casé por religioso en “jeans” con Angels, quienes asistieron a nuestra boda pueden dar fe de ello.  Asisto muy ocasionalmente a la iglesia, en algunas defunciones y muy pocos matrimonios.  Estudié en un colegio laico y estoy a favor de la unión civil.

Durante este fin de semana se realizó la canonización del Papa Juan Pablo II y Juan XXIII, me ocuparé del primero porque a Juan XXIII no lo conozco.  Juan Pablo II, sin embargo, siempre me pareció un ser humano excepcional lo conocí en el año 1985, se quedó varios días en Perú, por coincidencia la vía que utilizaba al salir del aeropuerto era la avenida La Marina, a una cuadra de mi casa, tenía 11 años y a través de la radio (Juan Ramírez Lazo), anunciaba las llegadas y salidas del Papa en sus visitas a provincias.  Mi madre nos despertaba temprano e íbamos junto a mi padre y hermana, nos encontrábamos al igual que muchos vecinos al borde de la avenida esperándolo, hasta que aparecía Juan Pablo II en el asiento delantero de un bus, sonriendo, saludando a ambos lados de la vía, a todos los madrugadores.  Observarlo fue un momento impresionante,  de impacto, recuerdo que mi padre (no católico) también comentaba la grata impresión de ver a este hombre polaco sonriendo amablemente.


 Aquella primera vez Juan Pablo II visitó Trujillo, Piura, Arequipa, Cusco, Iquitos, Ayacucho, Callao y Lima. Fueron cinco días en el Perú y viajó mas que los políticos de aquella época.  Era peligrosa la situación ya habían atentado contra Juan Pablo II en el año 1981, recibió disparos en la misma Plaza de San Pedro en el Vaticano, es por ello, considerando la dura época de violencia “terrorista”, estos viajes al Perú tenían mucho riesgo.  Aún así, Juan Pablo II recorrió el Perú, y estoy seguro que muchos compatriotas al igual que yo deben recordar esas visitas.


Luego regresó en 1988, en pleno “aprocalipsis”, Juan Pablo II estuvo aquí en plena hiperinflación y terrorismo,  quizás era una luz de esperanza ante el gobierno de Alan-Damián (así lo llamaban irónicamente en esa época).  Lo cierto es que esa sensación de calma en plena tormenta fue una ayuda espiritual muy importante en cada hogar peruano.

Escribo hoy de Juan Pablo II, porque me parece un maltrato considerando su relación, apego y visitas a nuestro país, que el actual gobierno no haya enviado ningún representante oficial a su canonización, si a eso sumamos que Ollanta Humala es el único Presidente sudamericano que no ha visitado al actual Papa Francisco I, es evidente la animadversión por diferencias religiosas y políticas.  Nuestro Presidente prefiere visitar a Hugo Chávez en su lecho de muerte en Cuba, a Nicolás Maduro asumiendo su ilegitimo gobierno en Venezuela, recibir un premio como ¿estadista? en Canadá, o visitar la feria del libro en Colombia.  Las prioridades de nuestro gobernante saltan a la vista.

Lo que no puedo aceptar es la falta de respeto a la memoria de Juan Pablo II, el diario oficialista le dedica artículos y caricaturas acusándolo de “patrono de los pederastras”, e increíblemente el silencio de los columnistas o colaboradores avala este tipo de excesos, lamentablemente debido a mi trabajo debo leer todos los diarios.


Soy un convencido que podemos tener muchas discrepancias con la iglesia, sea del credo que profesen, o la ideología que elijan, considero también que vivimos en un estado laico, pero no se debe ser mezquino en no reconocer lo importante que fue la presencia de un Papa por primera vez en nuestro país, en el peor momento de nuestra historia.