Me identifico mucho con la foto de JRR bebiendo vino |
Paciencia, fortaleza de espíritu, principios
y frialdad son cualidades necesarias para realizar el trabajo que desempeño, no
es fácil, como nada en la vida, pero existen momentos en los que es necesario
abstraerse un poco.
Confieso que para ello, estuve buscando la
exposición itinerante que cada ciertos años se realiza en Homenaje a Julio
Ramón Ribeyro (para mi el “mejor” escritor peruano), ya en la última semana,
encontré que la muestra estaría en un lugar al que suelo concurrir en silencio
a recargar tranquilidad. Debía entonces
escapar del Congreso a la hora del receso, y así lo hice.
En esta ocasión el evento tuvo lugar en la
antigua estación del tren de “Desamparados”, a pocas cuadras del lugar en el
que trabajo, en el corazón de las decisiones del país, al costado de Palacio de
Gobierno, un lugar que redescubrí hace unos meses, con poca gente, muy
tranquilo, con unas mesas que invitan a pensar y meditar por el silencio del
lugar.
Y regresé nuevamente con Julio Ramón... y tuve la misma sensación de siempre,
observar nuevamente su máquina de escribir y fotos personales, tal como lo
describí en mi post del año 2009 (http://infinito777.blogspot.com/2009/08/la-palabra-elocuente-atmosfera.html). Era como si me estuviera esperando,
fotos, dibujos, libros, objetos, videos, ahí estaban, comunicando, siendo
asimilados por el sentimiento especial que te produce el lugar.
Luego de ello crucé al Bar Cordano, pedí un
café que aun puedo saborear y disfrutar, mis manos apretaron la caliente taza
de loza hasta no sentirlas.
En ese momento pensé dos cosas:
Primero, siempre hay algo que te espera, una muestra en una galería, la memoria de una persona que admiras, un corazón
perdido en los recuerdos, un lugar oculto y disfrutable, o tal vez un momento
del día con el silencio perfecto.
Segundo, que mierda hago en terno y corbata visitando
estos lugares, me jode y me molesta, regresaré más cómodo! J
Un momento del día con el silencio perfecto.... No es eso Julio Ramón? A mi me pasa que siempre que lo releo, indefectiblemente todo se vuelve así. Coincidencia que mis alumnos en la universidad están leyendo a Ribeyro, van a leer 11 cuentos escogidos por mi e imaginarás cómo disfruto cada exposición. Saludos.
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